miércoles, 28 de mayo de 2014

Alas de mariposa para fabricar dispositivos electrónicos.

Un grupo de científicos del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada de Japón ha fabricado una red de nanotubos de carbono sobre el ala de una mariposa, dando lugar a un nuevo material de origen biológico que se calienta más rápido y posee una mejor conductividad eléctrica. Este hallazgo impulsa el desarrollo de una tecnología híbrida que haga uso de la potente ingeniería de los organismos vivos.

Los científicos ensamblaron nanotubos de carbono en la estructura del ala de una mariposa obteniendo así una superficie en forma de red hexagonal similar a la de un panal de abejas. El material resultante poseía una gran conductividad térmica y una gran conductividad eléctrica derivadas de las propiedades intrínsecas de este apéndice. Las alas de las mariposas, además de ser ligeras y flexibles, destacan por su eficiente absorción de energía solar para calentar al insecto y por su repulsión al agua. La nanotecnología consiste en el diseño de aparatos a través de la manipulación de materiales a muy pequeña escala.

La investigación supone un importante avance hacia el desarrollo de nanobiomateriales inteligentes con aplicaciones en la fabricación de dispositivos electrónicos, células fotovoltaicas y fotosensores.


Diseñan un móvil que diagnostica enfermedades en tiempo real.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Houston (EEUU) ha desarrollado un innovador sistema basado en nanotecnología que es capaz de diagnosticar una enfermedad en tiempo real gracias a su particular método de biodetección. Los únicos elementos necesarios para disponer de esta tecnología son un smartphone y una lente como accesorio adjunto, que costará menos de 20 euros.

El estudio, que ha sido publicado en la revista ACS Photonics, explica que el sistema se basa en un dispositivo de biodetección unido a un microscopio simple con la capacidad de interpretar los resultados. En esencia, el dispositivo funciona como cualquier herramienta de diagnóstico, esto es, detectando el resultado de una reacción química entre un patógeno (virus, bacterias...) y una molécula que se adhiere únicamente a él.

El reto de este invento es que el sistema es rápido, barato y simple. Para la detección de la enfermedad, el diseño plantea un portaobjetos de vidrio con una capa delgada de oro con miles de nanoagujeros  perforando la misma y permitiendo que la luz pase a través de ellos. En estos nanoagujeros se producirán las reacciones químicas relativas a los patógenos. Luego, la cámara del smartphone con un flash y una lente adicional, harían las veces de microscopio.

El equipo de investigadores reconoce que todavía hay un largo camino por recorrer antes de comenzar el despliegue de este sistema, ya que, para empezar, necesitan encontrar una manera de conducir las bacterias y los virus en la muestra a la superficie de la diapositiva o portaobjetos para conseguir resultados lo suficientemente precisos. Sin embargo, los beneficios de este sistema portátil de diagnóstico son muchísimos tanto a nivel industrial como social.
Bibliografía: muyinteresante.es

Smartphone desplegable

La industria de los dispositivos portátiles todavía no ha tocado fondo. Desde hace años se especula con que el avance más revolucionario sería incorporar la tecnología flexible a nuestros móviles inteligentes y tabletas, pero no acaba de hacerse realidad.

La última idea viene de Toronto, en Canadá. Allí, el laboratorio Human Media Lab ha presentado el prototipo PaperFold, descrito por sus ingenieros como un “smartphone multipantalla y de forma cambiante”.

Consiste en tres pantallas de tinta electrónica –ultraligeras, ultraflexibles y ultradelgadas que los usuarios pueden disponer en múltiples configuraciones, para convertirlas, por ejemplo, en un pequeño ordenador o un mapa desplegable, según sus necesidades.
El PaperFold es tan versátil que incluso podríamos formar un globo para navegar por una vista del Google Earth, entre otras muchas posibilidades.

Nanochip que detecta cáncer en fase inicial.

¿Y si pudiera diagnosticarse un tumor cuando éste está en sus fases tempranas cuando apenas afecta a unas pocas células?

Un equipo de científicos del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) ha logrado crear un diminuto chip que detecta marcadores de proteínas de cáncer en la sangre. Este descubrimiento evitará tener que esperar a que el tumor sea detectable a nivel macroscópico (cuando ya está formado por millones de células cancerosas), que es la fórmula general por la que se detectan la mayoría de los cánceres actuales.

El funcionamiento de este nanochip que mide apenas unos centímetros cuadrados, es sencillo: el dispositivo tiene la capacidad de detectar concentraciones muy bajas de estas proteínas de cáncer en la sangre, por lo que permite el diagnóstico de la enfermedad en una etapa precoz, lo cual puede suponer un gran avance para un tratamiento más adecuado y temprano de esta enfermedad, no solo por su fiabilidad, sensibilidad y bajo coste, sino también a su manejo y portabilidad.

El dispositivo contiene además varios sensores distribuidos en una red de microcanales de fluidos, que permite llevar a cabo múltiples análisis: monitorea cualquier cambio que se produzca en la sangre, proporcionando una evaluación directa del riesgo del paciente a desarrollar un determinado cáncer.





Bibliografía: http://www.muyinteresante.es