parque nacional de Yellowstone ha crecido a un ritmo sin precedentes. Los registros indican que ha
habido un aumento de más de 7 cm por año.
En los últimos años los pequeños terremotos en la zona de Yellowstone han alterado todos los cálculos
posibles, siendo más frecuentes y menos predecibles. Los géiseres en el parque natural también han
mostrado una extraña actividad últimamente. Algunos de ellos han tenido erupciones inesperadas,
sorprendiendo a los científicos quienes especulan que esto podría estar relacionado con el aumento de la
actividad sísmica.
Dan Dzurisin, experto en Yellowstone por el Servicio Geológico de los Estados Unidos, dijo:
“Es evidente que una profunda fuente de magma alimenta a Yellowstone, y ha entrado en erupción en el pasado, sabemos que también hay magma a otras profundidades. Tiene que haber magma en la corteza, de lo contrario no tendría toda la actividad hidrotermal que tenemos. Hay tanto calor que sale de Yellowstone en este momento que si no se está recalentado por el magma, el “sistema” se habría enfriado desde la época de la última erupción hace 70.000 años. “
Otro experto que está en alerta es el profesor Bob Smith, profesor de geofísica de la Universidad de Utah, quien afirma: “que nunca ha visto nada como lo que está sucediendo ahora en sus 53 años de investigación de Yellowstone, pero sobre todo “nunca había sido testigo de dos enjambres sísmicos simultáneos”.
Pero ahora, han ocurrido hasta tres enjambres sísmicos a la vez. Tenemos que recordar que el pasado septiembre tuvieron lugar 130 terremotos en Yeloowstone en una sola semana; este hecho alerto a todos los expertos, quienes creen que pueda llegar a ocurrir lo peor de los pronósticos.
El alarmismo por parte de los expertos es debido a que debajo del parque de Yellowstone se encuentra el conocido"super volcán" uno de los volcanes más grandes del mundo. Los expertos llevan años advirtiendo que es inevitable que algún día se active, creando una catástrofe. Lo peor sería lo que acompañaría a la gran erupción, la activación de las placas tectónicas, creando grandes tsunamis que destruirían gran parte de nuestras costas. También la nube de cenizas sería de una profundidad de 3 metros y con una distancia de 1.000 km, esto provocaría que millones de personas se verían obligados a abandonar sus hogares, dos terceras partes de Estados Unidos quedarían completamente "arrasadas".