Desde los laboratorios submarinos de la familia de Cousteau se estudia la situación de los océanos y se está alertando sobre las amenazas que hay en estos momentos en los océanos: la acidificación de estos, causada por la absorción de dióxido de carbono, a la acumulación de de basuras en zonas a las que no ha llegado el hombre.
Su nieto, Fabian Cousteau, se sumergión en Aquarius, un laboratorio instalado a 20 metros de profundidad. Con esto, quiere reclamar a los gobiernos que inviertan más en en la investigación y protección de los océanos.
El objetivo de esta iniciativa, llamada Mission 31 es batir el record de permanecia submarina que Jack Cousteau y sus colegas registraron en 1963 tras pasar un mes en un complejo submarino instalado en el Mar Rojo, el Conshelf II.
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