Investigadores holandeses y japoneses han desarrollado un tratamiento especial para el algodón que permite que este absorba cantidades excepcionales de agua del aire, el 340% de su propio peso. Según sus inventores, lo que hace que este «algodón recubierto» sea tan interesante es que cuando se calienta suelta el agua recogida. Este material podría ser una solución para abastecer de agua a las zonas desérticas, por ejemplo, con fines agrícolas.
Los investigadores de la Universidad Técnica de Eindhoven y de la Universidad Politécnica de Hong Kong aplicaron un revestimiento de un polímero llamado PNIPAAm a la tela de algodón. Hasta una temperatura de 34° C este algodón mantiene una estructura similar a una esponja a nivel microscópico. Es altamente hidrófilo, tiene una gran capacidad para absorber el agua.
Pero cuando la temperatura se eleva el material se vuelve hidrófobo o repelente al agua. Por encima de 34° C la estructura de polímeros del algodón se cierra y libera toda el agua recogida, que es completamente pura. Los investigadores aseguran que este ciclo se puede repetir muchas veces.
El ingenio está inspirado en la naturaleza. Escarabajos en zonas desérticas pueden recoger y beber agua de las niebla, mediante la captura de las gotas que caen sobre sus cuerpos y ruedan hasta la boca. Del mismo modo, algunas arañas capturan la humedad en sus telas. Esta fue la inspiración para este nuevo material de recubrimiento de algodón, que recoge y lanza el agua de los ambientes brumosos simplemente con los cambios de temperatura durante el día.
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